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Software Social y Educación: El abordaje de lo público

febrero 12, 2007

Resumen:

En este artículo abordo el Software Social como un dispositivo de relación, una perspectiva fundamental para entender las posibilidades de desarrollo público de los sujetos usuarios o próximos a la Web 2.0. Esto, en el contexto de entender la educación ya no desde el contenido, sino desde la configuración del sujeto como parte fundamental del conocimiento.

Abstract:

In this article I approach the Social Software as a relationship device, a fundamental perspective in order to understand the possibilities of public development of the user subject or closer to the Web 2.0. This, in the context of understanding the education not from the content, but from the configuration of the subject as a fundamental part of knowledge.

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La educación: entre lo público y la gobernabilidad

Si bien sólo hasta principios del siglo XIX los Estados comenzaron a intervenir en la educación de sus gobernados, el resto de ese siglo y el venidero, en un proceso paulatino y fuerte, se produjo la estatalización de la educación escolar (2006, Carassai en Narodowski y Brailovski). Es decir, la educación como razón de Estado, con el ideal de enseñar todo a todos.

La intervención del Estado en la educación se hizo concreta en base a dos grandes hechos: Por un lado, la intervención en las corporaciones de educadores que hasta mediados del siglo XIX sustentaban la educación; y por otro, la final imposición de políticas oficiales, implementaciones de currículum, textos escolares, “la manera en que se debía enseñar, los contenidos científicos y de los actos patrióticos que tenían como misión construir un sujeto social determinado” (2006, Narodowski y Báez en Narodowski y Brailovski, p. 35).

En esa construcción del sujeto social, se vislumbra lo que el Estado mismo llamaría “educación pública”. Hannah Arendt reconocería esto como el comienzo del ideal educativo con los criterios de Rousseau, en el que la educación se convertía en un instrumento de la política y viceversa (1996). En ese sentido, “quien exige la asistencia a la escuela no es la familia sino el Estado, es decir, el mundo público…” (Ibíd., p. 200).

Si bien este proceso de estatización de la educación tuvo ciertas resistencias, éstas no fueron capaces de desmedrarlo. Como Narodowski y Báez afirman, “se produce así la yuxtaposición de lo público y de lo estatal” (2006, en Narodowski y Brailovski, p. 35).

Pero, ¿es lo público –en su significado más filosófico- interés del Estado? En palabras más redundantes, ¿es la educación pública como hoy la entendemos, realmente pública? Pienso que si bien existe la amalgama de lo público con lo estatal, no podemos confundir los conceptos. En ese marco, sostengo que la llamada “educación pública” tiene que ver más bien con lo que denominaría “educación para la gobernabilidad”.

Para desentrañar estos conceptos, debo aclarar qué es lo público y por qué lo disocio con la gobernabilidad. En ese sentido, me permito recurrir a textos que previamente he publicado en mi blog personal “tilt!”[1].

Arendt concibe el espacio público como un lugar donde los individuos aparecen y se legitiman frente a otros. No es menor esta definición en todo su trabajo filosófico. La calificación del aparecer tiene que ver con la idea de transitoriedad del individuo en un mundo que lo precede y que, sin lugar a dudas, continuará después de su muerte.

Ese espacio público –destinado a la posterioridad a pesar de nosotros- poco tiene que ver entonces con nuestros intereses privados, pero sí en la constitución de nuestra identidad a través de la aparición de pluralidades. En ese aparecer se resume la existencia del hombre pues conlleva una autoconciencia crítica que se muestra ante el mundo a través de la acción (praxis) y la palabra (lexia):

“…los humanos también se presentan, de obra y palabra, y así indican cómo desean aparecer, qué es según ellos apropiado para ser visto y qué no lo es” (Arendt, 2002, p. 58).

En la acción, lo que caracteriza a la vita activa, la libertad es la clave. La libertad de comenzar algo nuevo en el mundo. El hecho de que un hombre sea a la vez acción, significa que lo inesperado puede ser lo esperado de él.

En esos términos, Arendt trabajó muchos ejemplos históricos, como la revolución francesa o americana, pues fue donde los individuos interrumpieron su rutina y dejaron atrás sus intereses privados para construir un espacio público donde la libertad al fin apareciese. Se demuestra que la acción no es sólo libertad, sino pluralidad en tanto es puesta en un mundo donde hay imposibilidad de aislar a los individuos. Como se destaca en la Enciclopedia de Filosofía de la Universidad de Stanford:

“For Arendt the reactivation of citizenship in the modern world depends upon both the recovery of a common, shared world and the creation of numerous spaces of appearance in which individuals can disclose their identities and establish relations of reciprocity and solidarity” (documento en línea).

Ahora bien, lejos de ser un concepto sinónimo o al menos estrechamente asociado con lo que hemos revisado del espacio público hasta ahora, está la concepción de gobernabilidad. Ni identidad, ni individualidad ni libertad. Más bien control y alienación. Bruce Curtis, a propósito de la visión de Foucault respecto a la gobernabilidad, afirma:

“The modern state is a governmental state; its agencies are multiple; the techniques and tactics at their command diverse. The object of government is not first and foremost the maintenance of capitalist exploitation, and its essential subjects are not contesting social classes. On the contrary, ‘population’ has come to be ‘the ultimate end of government: because fundamentally, what else could it be?’. At the same time, ‘population comes to be a subject, as well as an object of government’” (2002, Foucault citado por Curtis, documento en línea).

La población es una materia de gobernabilidad y aún hoy, en países como Chile, vemos cómo ese concepto se las ha arreglado muy particularmente para situarse por sobre el sujeto popular. Gabriel Salazar interpreta esa gobernabilidad sobre el sujeto popular como disciplinamiento social bajo un Estado de Derecho: obligación del Gobierno e interés del Mercado (en Garcés y Valdés, 1999, p. 10). Consecuencia de esto, los movimientos poblacionales son tratados por las políticas públicas como “grupos vulnerables”:

“En este mismo acto el Estado junto con reconfigurarlos, los despolitiza, los persuade de la necesidad del orden y de criterios técnicos para resolver los problemas sociales” (Garcés y Valdés, 1999, p. 26).

Considerando entonces que la gobernabilidad poco tiene que ver con principios básicos de lo público, se puede afirmar que su aplicación sacrosanta en cada democracia liberal viene dada desde la esfera social. Efectivamente, como planeta Arendt, el espacio público que plantea la sociedad de masas es uno falso, pues ha sido reemplazado por la esfera social producto de “la emergencia de la sociedad -el auge de la administración doméstica, sus actividades, problemas y planes organizativos- desde el oscuro interior del hogar a la luz de la esfera pública…” (1993, p.48).

La acción ha sido borrada como ideal público, subyugada por la “igualdad”, bandera de la sociedad en el mundo moderno, que a ojos de Arendt es el reconocimiento legal y político de que asuntos como la distinción y la diferencia (además, factores claves para la identidad del individuo) han pasado a ser materias privadas de los sujetos: “… la conducta ha reemplazado la acción como la principal forma de relación humana…” (Ibíd. p.52).

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Conocimiento y sujeto

Hasta acá, he descrito que la educación, como método para construir un sujeto social determinado a través de la imposición de normas y contenidos, está más bien cercana al concepto de la gobernabilidad que al desarrollo público de los individuos. Por cierto, esta manera de entender la educación alcanza aristas más profundas que tienen relación a un modelo epistemológico cartesiano, dominante en el Occidente, y que impone particulares pautas de cómo entender el conocimiento.

La realidad objetivista o cartesiana, que se sustenta en el principio de una realidad externa a los sujetos que puede ser captada en su forma pura a través de la razón del hombre, es la presente en la tradición educativa de Occidente. En esta última, el sujeto es una certeza y el conocimiento, un dispositivo anexo, adquirible como una materia definida.

“El Cógito cartesiano está basado en una operación racional que excluye, entre otras cosas, las percepciones. La forma de conocer la realidad está basada en una reducción: dejar de lado cualquier elemento que pueda inducirnos al engaño o la incertidumbre, y que permitirá a la larga concluir en la verdad” (2006, Peña, p.18).

En este contexto, el conocimiento en la educación es reducido al contenido para el aprendizaje. Sólo es en el siglo XX, animado también por la teoría cognitiva piagetana, que el conocimiento se traslada hacia los procesos activos del sujeto, en desmedro de objetos externos. Se vive, entonces, el llamado a la recuperación del sujeto en la lógica educativa:

“El sujeto no es un propagandista de sí mismo; por el contrario, todo sujeto oscila entre la reconstrucción del entorno y la relación consigo mismo. Lo que indica que nunca está encerrado en sí mismo y tampoco se identifica nunca con una obra de transformación en su entorno” (2006, Touraine, p. 178).

Es en los términos de entender el conocimiento como relación y no como exclusivamente generador de contenido, donde el sujeto recobra importancia en la definición de su realidad, cuando sostengo que se rescata lo público por sobre la buena gobernanza. Porque el acto más primario y fundamental para que una persona obtenga presencia pública, es en su íntima adquisición de conciencia de sujeto/individual como ser entre los hombres. Touraine, pienso, se acerca a Arendt:

“Lo resumo en pocas palabras: el individuo no se construye como tal, no adquiere estima de sí (self esteem) más que en la medida en que recibe imágenes favorables de sí mismo procedentes de los miembros de la comunidad próxima a la que pertenece. …Esta idea, muy alejada del comunitarismo, que es una respuesta a un sentimiento de exclusión social, se nutre en cambio de la defensa de la individuación de cada uno como finalidad de los intercambios sociales y los métodos de gestión” (Ibíd. p. 157).

Es en esa instancia de relación con el mundo y de construcción de realidad, cuando el sujeto decide aparecer en conciencia y formar su identidad, en el contexto vital de ser sólo una apariencia solitaria en un mundo sempiterno. El sujeto es en lo público. Lo público es en las relaciones. En pocas palabras, la educación pública, si de veras pretende responder a la esfera pública, debe poner énfasis en las relaciones por sobre los contenidos. Y este último llamado, creo, hace sentido en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC’s) como el Software Social[2].

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Software Social como dispositivo de relación

La crítica al conocimiento desde el punto de vista objetivista ha calado profundo en la búsqueda de nuevas lógicas educativas: “In the UK, as in many countries around the world, there is a shift in emphasis at policy level from a focus on the content of what children should be taught, to a concern with how best to enable children to learn” (Owen et al., documento en línea).

A esta situación, se suma la llegada de TIC’s, con base digital, que han logrado irrumpir en la vida diaria de millones de personas en el mundo, renovando sus maneras de relacionarse con el mundo y con ellos mismos.

“Como indica Brunner (2000), en el contexto escolar esto tiene varias consecuencias. Por una parte, la adquisición de conocimiento ha dejado de ser un proceso lento y estable, y ha alcanzado un dinamismo antes inimaginable. Además, el establecimiento educacional ya no es el único espacio donde los jóvenes pueden adquirir conocimiento. Por otra parte, el papel tradicional del profesor y del texto escrito ha comenzado a ser cuestionado, ya que no son los soportes exclusivos del proceso educacional. Incluso, hay algunos que dudan de que la sala de clases diga siendo el espacio clave de socialización y aprendizaje”. (2006, PNUD Chile, p. 138).

Efectivamente, hoy se presenta el mundo en línea no como un dispositivo de aislamiento, sino muy por el contrario, como una herramienta social de relaciones. En ese contexto, es la Web 2.0 ó Software Social el que parece ser el paradigma ideal de esta situación al presentarse, en palabras muy amplias de Clay Shirky, como el software que permite la interacción grupal.

Algunas de las herramientas del Software Social no han esperado en integrarse en los procesos educativos. Siendo un dispositivo de relaciones, el aprendizaje sufre un vuelco desde ser un “aprendizaje sobre algo” a un “aprendizaje para ser”. Ulises Mejías profundiza:

Learning about implies a passive consumption of knowledge in the form of facts. Learning to be implies the application of knowledge in the development of skills that allows us to fulfill a particular (professional or non-professional) role in society. But to highlight the fact that being is not static, I’m using learning as becoming to signify an ongoing process. Learning, as constant becoming, is the work of nomads…” (Mejías, documento en línea).

El “conocimiento para ser” tiene un carácter ontológico singularmente público. En él, hechos como la individualización, el sujeto como indentidad particular y la conciencia de ser entre los otros parecen terminar de conjugarse en la libertad. Esa misma libertad que nos habla Arendt, la que se aleja de la decisión entre alternativas (learning about) y que se acerca más a la originalidad de la creación en el mundo (learning to be).

En este contexto, no hay que olvidar que la relación con otros, es fundamental. Analizando el Software Social, Owen et al. también consideran la importancia de esta herramienta en la educación:

“Most of this involves some involvement with other people either through conversation or by engaging with the ways other people have put their thoughts into media. Learning, from this perspective, is a process of rich and diverse encounters and experiences; it suggests that «it takes a village to educate a child» (Lemke citado por Owen et al. documento en línea).

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El abordaje público

Si la Web 2.0 es un dispositivo social que, en su aplicación en la educación, permite reflejar características ontológicas del conocimiento, considero que su análisis como aplicación educativa debe, al menos, considerar su abordaje entre el binomio gobernabilidad/control o lo público/libertad.

Esto, porque si analizamos la Web 2.0 desde el contenido que propone, siempre recurriremos a un conocimiento objetivista aislado del mundo. Pero si nuestro análisis lo situamos en la valoración de ser un dispositivo de relaciones, podemos encontrar más significancias públicas entre los individuos.

Por ejemplo, las críticas a los sistemas folksonómicos se concentran en las desviaciones de atención que los tags pueden tener al momento de clasificar recursos. Por supuesto, no desestimo esa crítica. Pero ciertamente el comentario viene entendido de la réplica de las lógicas dominantes del conocimiento: se le da más importancia a la relación contenido – tag.

No obstante, si reconocemos la importancia de los sistemas folksonómicos en la relación usuario – tag – recurso, ponemos el acento al conocimiento como un recurso para que el sujeto se abra al mundo. Al dejar la construcción del sujeto al sujeto, estamos cada vez más lejanos a una educación para gobernados y más cercanos a una para individuos públicos.

Finalmente, no hay que olvidar que el cuestionamiento de si seremos capaces de construir relaciones basadas en la igualdad y solidaridad, aún retumba en la realidad no sólo de los millones de usuarios de la Web 2.0, sino de otros tantos que quedan fuera incluso de su radio de influencia. Pienso que este último es hoy el reto más difícil para abordar una educación pública desde el Software Social.

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Bibliografía:

Arendt, Hannah. Entre el Pasado y el Futuro. 8 ejercicios sobre la Reflexión Política. La crisis de la educación. Editorial Península. 1996.

Arendt, Hannah. La Vida del Espíritu. Paidós. 2002.

Arendt, Hanna: La condición humana. Paidós, 1993.

Curtis, Bruce. Foucault on Governmentality and Population: The Impossible Discovery. 2002. En Canadian Journal of Sociology. En http://www.cjsonline.ca/articles/foucault.html. Consultado en febrero 2007.

Enciclopedia de Filosofía de la Universidad de Stanford. Hannah Arendt. En http://plato.stanford.edu/entries/arendt/. Consultado en febrero 2007.

Garcés, M. y Valdés, A., Estado del arte de la participación ciudadana en Chile. Documento preliminar para OXFAM GB. 1999. En http://www.asesoriasparaeldesarrollo.cl/seccion es/documentos/Informe_participacion_%20g arces_valdes.pdf. Consultado en febrero 2007.

Mejías, Ulises. A Nomad’s Guide to Learning and Social Software. En http://knowledgetree.flexiblelearning.net.au/edition07/html/la_mejias.html. Consultado en febrero 2007.

Narodowski, Mariano y Daniel Brailovski (compiladores). Dolor de Escuela. Prometeo Libros. 2006.

Owen, Martin; Lyndsay Grant, Steve Sayers and Keri Facer. Social software and learning.
An Opening Education report from Futurelab. En http://www.futurelab.org.uk/research/opening_education/social_software_01.htm. Consultado en febrero 2007.

Peña, Mónica. Resignificación del Conocimiento en los niños de edad escolar: Hacia una recuperación de la subjetividad en el proceso de conocer el contexto escolar. Tesis para optar al grado de doctora en Ciencias de la Educación, pontificia Universidad Católica de Chile. Versión borrador. Diciembre de 2006.

PNUD Chile, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Las nuevas tecnologías: ¿un salto al futuro?. PNUD Chile. 2006.

Touraine, Alain. El nuevo paradigma para comprender el mundo de hoy. Paidós. 2006.


[1] “Tic’s y el (sin) sentido común”, en https://tumbo.wordpress.com/2006/08/31/tic%e2%80%99s-y-el-sin-sentido-comun/

“Tecnologías de la Sincronización Común” en https://tumbo.wordpress.com/2006/11/20/tecnologias-de-la-sincronizacion-comun/

“Tic’s de conocimiento libre y e-gobernabilidad: ¿Emergencia Popular o reproducción de la élite?” en https://tumbo.wordpress.com/2006/12/22/tic%e2%80%99s-de-conocimiento-libre-y-e-gobernabilidad-%c2%bfemergencia-popular-o-reproduccion-de-la-elite-parte-5-y-final/

[2] El Software Social es, en cuanto a productos, un compilado de programas que cumplen con apoyar diversas necesidades en la interacción grupal. Así, podemos hablar de los blogs, wikis, sistemas de clasificación distribuida, avisos de RSS, entre otros.

11 comentarios leave one →
  1. febrero 12, 2007 6:53 pm

    Bastante bueno, e interesante claro está, el artículo que hoy nos presentas p.p.
    Desgraciadamente el interés que está suscitando la web 2.0 no es el esperado en todos lados. Considero que hay muchos sistemas y subsistemas educativos donde aún no se da el paso suficiente para incorporar la web «1.0» y, pese al uso que ya se le está dando (la web 2.0 está entre nosotros, aunque no nos demos cuenta), aún el camino para su integración y verdadero aprovechamiento es incipiente. Incipiente no por el propio software social, sino por su desconocimiento y por la falta de innovación (y resistencia) en muchos docentes.
    No obstante, también veo un futuro promisorio en cuanto al valor que se le está dando a las TIC’s en la educación. Si bien aun existen los polos negativos (la aversión y la sobrevaloración), ya se está generando una consciencia para la discusión ética, pragmática y pedagógica con elementos más realistas. Aún encontramos en la red artículos que juzgan al internet y sus posibilidades como limitados, siendo que la base de dichas aseveraciones es muchas veces el desconocimiento de su funcionamiento y no contar aún con la difícil transición entre un paradigma rígido y otro más ecléctico, inclusivo e innovador. Nos encontramos, aún, en el parteaguas. Algún día la Sociedad de la Información se materializará y cederá el trono a la Sociedad del Conocimiento, pero la consciencia y trabajo sobre sus bases es lo que determinará el momento en que podamos entrar en alguna de ellas….

    Vaya que los temas apasionantes dan para pláticas extensas.
    Nos vemos.

  2. febrero 13, 2007 4:01 pm

    Hola!
    Me pregunto cuánto de esta llamada resistencia de muchos sectores de la educación se debe a la tacnología propiamente tal, o más bien a dar un giro epistemológico. Y ahí nuevamente me pregunto de qué hablamos cuando hablamos de brecha digital y cómo los planes en este tema son o no efectivos en su totalidad.

  3. febrero 13, 2007 8:45 pm

    Ciertamente, p.p., no todo podemos aducirlo a uno de los dos ejes. Y sí, el cambio de paradigma es, como siempre, el punto crítico del que dependerán las acciones posteriores: la aceptación, la integración o el rechazo.

  4. febrero 20, 2007 10:20 pm

    Hola!

    Me gustaria saber cual es la problematica de los software en la educacion.
    y en que ayuda los software en la educacion del nino

  5. febrero 21, 2007 1:45 am

    Hola Mary:

    Tu pregunta es un poco amplia, sin embargo, dentro de mis limitaciones en la materia, trataré de responderla escuetamente.

    Software y educación, a mi modo de ver, tienen una problemática común que tiene que ver con el conocimiento. Este último es el sustento de ambos y en su desarrollo paralelo podemos distinguir formas distintas de concebirlo.

    En el caso específico del software social, y a diferencia de la educación tradicional que -como más adelante preguntas- está presente en las escuelas en que estudian los niños (conocimiento desde el profesor -representante de la institucionalidad educativa- al niño, unidireccionalmente), el conocimiento en la web 2.0 «pone» el conocimiento en los sujetos. Entre los sujetos se construye conocimiento (por ejemplo, en un sistema folksonómico como del.icio.us).

    En ese sentido amplio, y resignificando al niño como un sujeto que en su relación libre con el mundo construye su identidad, creo que los software (en especial la web 2.0) permiten al niño entender que el conocimiento es una construcción en la cual puede intervenir y crear significado tanto para él mismo como para los otros.

    Este concepto, como expongo justamente en este artículo, es algo contradictorio. Hoy la educación se dice que es para crear sujetos públicos, pero la verdad considero que la educación como la concebimos hoy es para estimular sujetos para la gobernabilidad. Por eso, en el sentido de tu última pregunta, depende de tu punto de vista calificar de ayuda o no a la educación del niño, lo recién expuesto.

    Si crees que el conocimiento es libre, apuesto a que como yo, ya intuyes que es una gran ayuda al desarrollo de los sujetos.

    Saludos!

  6. freddy permalink
    May 21, 2007 2:51 pm

    hola
    me guataria saber que importancia tienen los software en el desarroolo de la sociedad.
    o
    ¿Por que es importante desarrollar un software desde el punto de vista social?

  7. May 21, 2007 3:32 pm

    Hola Freddy:

    Es extensa la respuesta a tu pregunta y creo que es inútil que la conteste yo, pues creo que la importancia que se le puede dar depende de la profundidad de tu análisis. En ese sentido se pueden encontrar múltiples funcionalidades que pueden ser importantes:
    pasando del desarrollo de una nueva industria digital en el país (vemos el caso de india como el paradigma más claro); a la oportunidad que nos brindan para crear redes de comunicación entre personas (muchas herramientas de la web 2.0 están acá), etc.

    Por cierto, creo que si te animas a hacer este análisis, debes considerar las diferencias entre un software propietario o no; además de las diferencias entre los grupos que componen «lo social» y a los que les hace sentido los diferentes software.

    saludos,

  8. junio 6, 2007 2:27 pm

    Me ha resultado muy interesante y de agradable lectura este escrito. La verdad es que la Web 2.0 y la evolución del software han abierto importantes puertas para la educación. El problema proviene de cómo con usadas e implementadas estas medidas cuando se transponen al mundo «real».

    Respecto al uso de software propietario, personalmente siempre encuentro una importante limitación a la hora de utilizarlo para desarrollo: lo complicado y costoso de modificar sus características para adaptarlo mejor a una situación en particular. Si bien los programas encargados por la Administración siempre cumplen una serie de requisitos (que son los fijados dentro del propio contrato por el cual se ha creado este programa), las circunstancias cambian, y es posible que se quiera ampliar su aplicación. con software propietario siempre dependemos de la empresa, lo cual nos impide ampliar las posibilidades.

    La verdad es que al igual que sucede con el resto de medios pertenecientes a las Nuevas Tecnologías, muchas veces el problema proviene de la falta de preparación de los docentes en su uso. El cambio desde un sistema de enseñanza magistral a uno en el cual haya una interacción mayor supone muchas veces problemas para los docentes, factor que he observado en varios cursos de Formador de Formadores.

    Muchos institutos se verían favorecidos por el uso de mecanismos que facilitasen el intercambio de información y opiniones entre los propios alumnos. Pese a que algunas organizaciones ya han adoptado estos modelos, en otras el uso es muy limitado.

  9. junio 6, 2007 2:47 pm

    Hola Sergio.

    Efectivamente, lo compruebo también con mi experiencia en el e-learning, cuesta encontrar dinamismo en la aplicación de las herramientas. A veces, se produce una ceguera al pensar que hay solo una forma de aplicar las herramientas digitales, pero si tan solo cambiamos las perspectivas, los enfoques, derribaríamos esa resistencia al cambio. En este contexto, no me cabe duda que iniciativas culturales como el software libre son pasos fundamentales para probar que son las perspectivas de aplicación las que producen resultados y no las herramientas en sí mismas.
    Muchos saludos,

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